Muy equivocados estamos cuando pensamos
que tanto el judo como otros deportes similares, son agresivos por
tratarse de una lucha cuerpo a cuerpo.
El judo o
yudo, de origen japonés, es un arte marcial que contribuye a aumentar la
autoestima en niños y jóvenes, y en consecuencia, a desarrollar la asertividad
y disminuir la agresividad.
La
amistad, la participación, el respeto y el esfuerzo por mejorar, son algunos de
los valores que inculca este deporte olímpico, considerado por el Comité OIímpico
Internacional como el más completo.
Por otro
lado, la UNESCO declaró el judo como el mejor deporte inicial
formativo para niños y jóvenes de 4 a 21 años, ya que permite una «educación
física integral», potenciando, todas sus posibilidades psicomotrices (ubicación
espacial, perspectiva, lateralidad, coordinación etc.) y de relación con las
demás personas, haciendo uso del juego y la lucha como elemento
integrador-dinamizador.
De hecho el significado de la palabra en nipon es «el camino de la suavidad», un concepto que se aleja de lo que creemos que es este deporte.
Un ejemplo de los beneficios de esta disciplina para niños de 4 a 7 años, es que "las técnicas que enseñan deben de ser sobre dos puntos de apoyo", ya que en estas edades, es muy complicado realizar un movimiento de judo sobre un punto de apoyo, porque es muy fácil que se desequilibren. Por otro lado, cuenta Ignacio García-Abril, monitor de judo infantil, "se hace para preservar la integridad del compañero, ya que de este modo los niños no podrán depositar a sus compañeros en el suelo, mientras que realizando las técnicas sobre dos puntos de apoyo si que se podrá depositar a los compañeros en el tatami (evitando así cualquier tipo de dolor o daño)".
Otra técnica básica para enseñar judo es a través de juegos comunes como el “pilla-pilla”, así al niño que le pillen debe saludar correctamente, caer o realizar una determinada técnica al que ha sido pillado.