Fin de semana de TAC

Un año más, el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle, se celebró el último fin de semana de mayo en Valladolid.

En su XIII edición contó con más de 30 espacios habilitados en la ciudad, en los que un total de 29 compañías procedentes de ocho países participaron y presentaron sus originales y divertidas propuestas. 

En mi caso, fui a algunos espectáculos gratuitos como el de la Plaza Mayor el viernes por la noche a cargo de un grupo de malabaristas. Fue a puerta cerrada por el número limitado de asientos en las gradas, no obstante la gente que se quedó fuera se apiñó a las rejas para no perdérselo. 
El domingo, en la plaza Portugalete a ritmo de la Compañía de Circo Contemporáneo, se pasó la tarde calurosa (más de 30 grados) viendo acrobacias, lenguaje visual, poético y emocional de las actuaciones de los jóvenes alumnos. No faltaron las palmas y gritos de ánimo, sin embargo a la hora de echar una moneda para estos artistas de calle no todo el público estuvo tan atento.

Con una amplia variedad de propuestas escénicas, estilos y formatos el TAC está reconocido como uno de los más importantes festivales de Europa en su género, por lo que arrastra a muchos artistas a venir a Valladolid.

En general, fue un fin de semana muy cultural en Valladolid, en el cual también abrió sus puertas el Museo de Escultura de San Benito en el que una vez dentro, la gente pudo disfrutar de un concierto sinfónico al aire libre a la luz de las velas en una noche de temperatura cálida. También en el mismo patio interno del museo había una exposición de esculturas de hierro que no agradaban a todos al tratarse de figuras siniestras y oscuras. 
Por último el domingo 27 de mayo fue día de puertas abiertas en los edificios históricos militares. Como el Palacio Real de Valladolid y el edificio de Caballería con motivo del día de las Fuerzas Armadas.